Ejecutado bajo una Alianza Global para el Desarrollo (Global Development Alliances) con USAID, el proyecto espera movilizar US$ 20 millones: 50% aportado por USAID y 50% por el sector privado.

Mediante una estrategia de patrocinio, el proyecto brindó apoyo a 200 escuelas públicas en estas áreas:

• (a) promoción de asociaciones público-privadas;
• (b) fortalecimiento de la gestión administrativa y pedagógica;
• (c) prevención de la violencia;
• (d) provisión de infraestructura y tecnología educativas.

A través del enfoque de “corredores educativos” (que involucra a las escuelas vecinas), este proyecto incluyó 580 escuelas adicionales y tuvo una cobertura geográfica en todo el país. Una vez finalizado el proyecto, FEPADE mantiene el patrocinio del sector privado a través del programa “Adopte una escuela”.

Tiene como meta impactar en 100 centros escolares y 150 comunidades: 20 mil estudiantes, 100 directores y 1,500 docentes. Se desarrolla mediante alianzas público-privadas, y tiene como base la experiencia derivada de dos iniciativas precedentes: El programa Adopte una Escuela (2010-2017) y el proyecto Soluciones (2012-2017).

Es un programa de la Fundación SURA (Colombia), que busca contribuir a que niños y niñas construyan aprendizajes y experiencias con sentido, decidan sobre el cuidado de su cuerpo, sus relaciones sociales y su vida, mediante el fortalecimiento de entornos educativos protectores inclusivos.

El programa incluye la formación de directores y docentes, el uso de material pedagógico, una serie de videos educativos disponibles en línea, orientación a las familia y actores locales, acompañamiento sistemático.

En El Salvador, cuenta con el patrocinio de ASESUISA y se desarrolla en 29 escuelas públicas del país ubicadas en los departamentos: La Libertad, Santa Ana, Chalatenango, Sonsonate y San Salvador.

Este proyecto contó con el aporte económico de USAID (US$ 20 millones) y del sector privado (US$ 22 millones) – un total de US$ 42 millones-, bajo la iniciativa “Asocio para el Crecimiento” [Partneship for Growth, PFG] del Gobierno de los Estados Unidos. Este proyecto estuvo orientado a fortalecer la convivencia social a nivel municipal, promover la responsabilidad social empresarial (RSE) en la prevención de la violencia, así como producir y difundir conocimiento para apoyar procesos de decisión.

Atendió 75 comunidades de siete municipios (identificados entre los 50 más peligrosos del país, dentro del Plan El Salvador Seguro, del Gobierno 2014-2019): San Martín, Ciudad Arce, Puerto de La Libertad, San Salvador (Distrito 5), Sonsonate, Ciudad Delgado y Zacatecoluca. Fue ejecutado por una alianza: FEPADE (líder), FUSADES, FUNDE, Glasswing International y FUSAL.

Financiada por la Unión Europea, esta iniciativa apoyó el Programa de Fortalecimiento de la Cohesión Social en el Sector Educativo (PRO-EDUCA), en asociación con EDUCTRADE (España).

Dentro del Modelo de Gestión Integral Ciudadana (MGIC) para la prevención de la violencia, impulsado por el MINED, este proyecto incluyó tres ámbitos:

1. Diseño, implementación, seguimiento y evaluación del MGIC en las áreas de ciudadanía, arte y cultura, recreación y deporte escolar;

2. Desarrollo de capacidades del personal del MINED a nivel central y departamental;

3. Coordinación para fortalecer la autonomía escolar y local.

Benefició a docentes, estudiantes, padres y madres de familia, así como líderes y personal técnico vinculados al sector educativo.

Fue una iniciativa regional financiada por el Bureau de USAID para América Latina y el Caribe. Estuvo centrada en mejorar los aprendizajes de lectoescritura de estudiantes del primer ciclo de educación básica e incluyó capacitación docente, producción y distribución de materiales didácticos, así como el acompañamiento a los centros escolares.

Para Centroamérica y el Caribe, el proyecto fue coordinado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM, Honduras); también participaron instituciones educativas de Guatemala, Nicaragua, República Dominicana y México. En el caso de El Salvador, el proyecto fue liderado por FEPADE y estuvo focalizado en 195 escuelas de Chalatenango (la mayoría rurales). FEPADE fue miembro del Comité Coordinador del proyecto.

Bajo contratos con el MINED, FEPADE brindó asistencia técnica en la creación y desarrollo de CRA en el nivel de educación media del país.

La asistencia incluyó estos componentes: especificar estándares para la compra de computadoras, software y equipo audiovisual; proveer asistencia para comprar e instalar estos recursos; diseñar e implementar programas de capacitación de directores, responsables de recursos tecnológicos, docentes (cerca de 3000), y miembros de consejos directivos escolares (más de 1000); incorporar el uso tecnologías en los planes escolares y de aula; brindar orientaciones para el uso, cuido y mantenimiento de recursos tecnológicos.

La iniciativa involucró progresivamente a los centros escolares públicos del nivel medio hasta alcanzar 166, casi la totalidad de escuelas de este nivel educativo en el país.

FEPADE participó en el estudio del sector educativo salvadoreño que fue conducido por el Harvard Institute for International Development (HIID) bajo un contrato con USAID. Esta iniciativa fue coordinada con el MINED y contó también con la participación de la UCA.

La investigación fue conducida por 13 expertos internacionales y 12 especialistas nacionales e incluyó consultas a un grupo asesor (más de 50 representantes de distintos sectores del país). FEPADE desarrolló los temas de educación técnica vocacional y desarrollo gerencial, y facilitó las actividades de diálogo para analizar los resultados y formular recomendaciones.

Los resultados del estudio fueron publicados por UCA Editores en el libro de 10 capítulos: “Educación en El Salvador de cara al siglo XXI. Desafíos y oportunidades”. A raíz de estas iniciativas, FEPADE apoyó luego las actividades de un Foro Nacional que dio aportes a la elaboración del Plan Decenal de Reforma Educativa (1995-2005) y ejecutó el Proyecto de Apoyo a la Reforma Educativa (1997-2002)